martes, 28 de diciembre de 2010

Cine y Medicina y enfermedades y pacientes e investigación y ética y profesionales sanitarios y poder terapéutico y bandas sonoras y más



Desfilaron grandes personajes: Sara Bonet, estudiante de la ESO y actriz, una adolescente con la mirada inyectada de sueños. Miguel Soler, coordinador de Santa Hortensia, que le dio un cariz científico a algo que algunos creen que no lo es, con la belleza que eso conlleva.


Joaquín Martín, la voz de la megafonía de El Corte Inglés, que cuando te hablaba no sabías si querías comprarte la película de “El Velo Pintado” o subir a la sección de menaje del hogar. Habló después un director de cine (Rafael Alcázar), que contó su experiencia al frente de la escuela de la secuela de una intervención quirúrgica de un tumor cerebral. Era de las primeras veces que un paciente hablaba en un Centro de Salud de lo que había significado para él una enfermedad. Eso al médico nunca le importa, porque piensa que no es importante. Habló de que evitaba ser fotografiado por el miedo a verse la cara, de que tenía que buscar otras palabras para evitar las sílabas y las alocuciones que le eran difíciles de pronunciar. Parece que no, pero el dominar bien la sinonimia, te hace destacarte de sobremanera.
Salió una enfermera que leyó unas frases de un poema de Ángel González y lloró. Esa era, muy probablemente, la primera vez que Ángel González entraba en un Centro de Salud. Ángel González es más bien de Metro, donde le exponen en los vagones. Era la primera vez que había visto a una enfermera (Leonor García Urosa) llorar en público y me gustó bastante. Las lágrimas de las enfermeras son bien lindas, porque tienen también algo de cura. A mí las de esta enfermera me curaron en salud. Fueron lágrimas (di)plomadas. El mundo, efectivamente, se divide entre las personas a las que le enternecen el llanto del personal de enfermería y del Ministerio de Asuntos Exteriores y a las que les parece un acto censurable que hay que aplastar sin piedad.Tote Trenas, un magnífico curtido en mil batallas, nos contó mil y una historias.
Saltó al ruedo un señor con gafas de sol (Ricardo Cantalapiedra), recién salido del Rockola, que dijo una frase lapidaria, de la que no me acuerdo, pero que fue lapidaria. Estas cosas, ves, si no las apuntas luego no te acuerdas. Aunque digas: Bah, fijo que de esto me acuerdo. Al final nunca lo haces, pero está bien engañarse. Te hace sentirte por un momento seguro de ti mismo.

Luego, apareció un personaje que según salió a escena comenzó a subirse la camiseta. Por fin hace eso alguien en un Centro de Salud sin que necesariamente haya que auscultarle. Hablaba sin parar, se le entrecortaban las palabras. Un médico hubiera dicho que era porque le faltaba el aire. Yo sé que era porque no le entraban las palabras en la boca. Lo sé porque mientras hablaba vi como se le caía un diptongo y un hiato. Menos mal que lo tragó, porque si no le hubiera provocado una hernia de hiato. Su cerebro no dejaba de generar preposiciones, adverbios, phrasal verbs, false friends. Lo mejor de todo es que todo lo que decía era interesante. Pronunció sucesivas frases que fueron resumiendo sucesivas décadas. Cuando llegó al siglo XXI: Los 40 principales son mucho más dañinos que la cocaína.Mariskal ya anda maquinando la próxima sesión en el Centro de Salud de Santa Hortensia, que versará sobre Rock, Pop y Medicina.Hablaba entre aspavientos y sobresaltos. Mariskal es de esa gente, que sabes que los minutos pasados a su lado valen oro.
Fuimos a tomar algo a la biblioteca del Centro unos cuantos y le dije: Mariskal, esto es como el backstage.
El 16 de Diciembre de 2010 se celebró en el Centro de Salud de Santa Hortensia un encuentro entre pacientes, público y sanitarios acerca de Medicina y Cine, presentado por la Doctora María José Álvarez Pasquín. Fue un éxito en todos los sentidos.

“Viva el rollo”, es al Mariskal Romero lo que “El que no se haya colocao, que se coloque” a Tierno.
Mar Sacristán es Médico de Familia. Hizo su residencia en el Centro de Salud Santa Hortensia, Madrid.
Roberto Sánchez es Médico residente de cuarto año, Medicina Familiar y Comunitaria, Centro de Salud Prosperidad, Madrid.